Tabúes, mitología y rituales en torno a la regla en diferentes culturas: un mundo menstruante
Si eres asidua a Bloom seguro que conoces las fases de tu ciclo a la perfección, pero, ¿sabías que a lo largo de la historia nuestra menstruación ha sido algo más que un simple proceso biológico?
Escrito por Sara G. Pacho
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
Desde tiempos inmemoriales, las diferentes sociedades han tratado con cierto misterio y vergüenza la menstruación de las mujeres. La falta de comprensión de este proceso totalmente natural ha alimentado la creación de mitos y supersticiones, lo que ha contribuido a la perpetuación de un estigma profundamente arraigado. La regla ha sido un tabú en algunas sociedades que la veían como impura, y algo empoderante en aquellas que la celebraban como un salto a la edad adulta.
Afortunadamente, estamos asistiendo a una revolución menstrual: campañas de concienciación, proyectos artísticos y, por supuesto, el movimiento feminista están plantando cara a este tabú.
La construcción del tabú: ritos (y mitos) menstruales
La menstruación, un fenómeno biológico intrínsecamente ligado a nuestra capacidad reproductiva, se visto rodeada históricamente de multitud de tabúes y estigmas a lo largo y ancho del planeta. Por loco que quizá nos pueda parecer a día de hoy, en algunas comunidades las mujeres eran relegadas a lugares apartados durante su periodo.
No hace falta irse muy lejos ni en espacio ni en tiempo: en la época de nuestras abuelas se decía que una mujer con la regla no podía hacer mayonesa, porque se cortaba ni hacer bizcochos, porque la masa no subiría. Por no hablar de tener relaciones. De aquellos barros, estos lodos: ¿o creías que la invisibilización de la menstruación era un invento moderno? Hemos heredado ese secretismo que nos ha hecho durante tanto tiempo ocultarnos, traficar con productos de higiene menstrual o incluso sentir vergüenza por algo que es tan natural como respirar.
Estos mitos no solo crearon una sensación de vergüenza, sino que, hasta principios del siglo XX, en las culturas occidentales se hablaba tan poco de la menstruación que muchas adolescentes llegaban a creer que se estaban muriendo.
Este tabú tiene mucho de ignorancia, de puro miedo a lo que no se conoce, pero también de control. Durante siglos se ha creído que menstruar era algo desequilibrante (y nos siguen preguntando cuando nos enfadamos si es que estamos “en esos días”), que podía dañar los cultivos o que “nos ganamos” por la desobediencia de Eva. En fin.
Por otro lado, tenemos mitos que tienen que ver con la feminidad y la fertilidad. En la mitología griega, por ejemplo, se relacionaba a la diosa Artemisa con la luna y con el ciclo menstrual. O algunas tribus indígenas, donde se celebraban ceremonias de conexión con la Tierra. En África Occidental, el pueblo Beng considera sagrada la sangre menstrual y reconoce su papel en la reproducción. En el norte de Borneo, los Rungus ven la menstruación de manera neutral, sin cargarla de connotaciones sagradas ni diabólicas.
Tener la regla en la India
Las niñas y adolescentes que tienen la regla en la India no van a clase. ¿Por qué? Durante estos días se consideran impuras. Esta prohibición tiene un origen religioso -las mujeres eran excluidas de los templos y confinadas en “cabañas menstruales” durante su periodo-, pero afecta a la higiene menstrual y tiene consecuencias discriminatorias en su educación. La vergüenza hace que muchas mujeres no tengan acceso a productos menstruales y esos días utilicen trapos, periódicos, hojas… No hace falta que te diga lo peligroso para su salud que es esto.
Las mujeres que viven en ciudades y compran toallas sanitarias o compresas siempre lo hacen ocultándolas en bolsas oscuras o periódicos, para que nadie sepa lo que llevan.
¿Está habiendo un cambio? Voces activistas reclaman igualdad de género y un trato digno para todas, independientemente de en qué momento de su ciclo se encuentren.
Un secreto incómodo en Malawi
Es uno de los países más empobrecidos del mundo y el secretismo de la regla se transmite de tías a hijas. Ni siquiera son sus padres o madres quienes hablan con ellas de este proceso. Esta invisibilización se refleja en la falta de acceso a productos menstruales adecuados: se hacen sus propias compresas con lo que tengan más a mano, desde telas viejas hasta hojas, porque los productos menstruales son considerados un artículo de lujo.
En algunas zonas de Malawi, las personas creen que caminar detrás de alguien que está con la regla te puede romper los dientes.
La Agencia de Población y Desarrollo (Unfpa) asegura que ya hay grupos de trabajadoras del sector sanitario impartiendo talleres con el fin de mejorar la higiene menstrual y reproductiva de estas mujeres. También les invitan a no faltar a clase cuando están menstruando, como es costumbre.
Un tema vergonzante en Afganistán
Se juntan nuevamente los mitos con la falta de acceso a los productos de higiene. Cuando les baja la regla, muchas mujeres ni siquiera saben lo que les está pasando. Imagínate qué susto. Comprar toallas sanitarias, compresas o tampones es muy difícil. Además, la menstruación es sinónimo de suciedad, por lo que en esos días las mujeres no pueden juntarse con gente, algo que, en realidad, es una prohibición habitual desde que los talibanes se hicieron con el poder.
Más del 70% de las adolescentes afganas no se duchan durante la menstruación porque creen que hacerlo les causará infertilidad.
Son muchas las organizaciones que trabajan para preservar la dignidad de las mujeres y mitigar los efectos de este régimen, pero no siempre la ayuda puede llegar.
El enfoque contradictorio de Japón
Históricamente asociada con la impureza, la menstruación en Japón ha experimentado un cambio cultural. Templos y santuarios ofrecen bendiciones especiales a las mujeres cuando están con la regla. Sin embargo, se sigue creyendo que durante esos días las mujeres no son aptas para preparar algunos alimentos, como el sushi. La explicación de los chefs hombres es que durante la menstruación se altera el gusto. Este síntoma no lo conocíamos.
Japón es uno de los pocos países que dispone de permiso laboral por tener la regla, aunque casi nadie lo utiliza porque saben que daña su imagen en la empresa.
Separación de residuos en Bolivia
En algunas zonas rurales de Bolivia, se dice que los productos de higiene menstrual no pueden mezclarse con el resto de basura. Eso supone un problema, ya que, según Unicef, las niñas y adolescentes guardan las compresas o almohadillas sanitarias durante todo el día, hasta que llegan a casa y se deshacen de ellas por separado. Se intuye que, además del estigma de la suciedad, hay un halo de vergüenza.
Fuentes:
- ‘La menstruación como fenómeno cultural: creencias arraigadas y transformaciones contemporáneas’. Daniela Coloma Moncayo. Antropología Cuadernos de Investigación, núm. 28, febrero – julio 2023.
- ‘Del tampón de papiro a la normalidad: breve historia de la menstruación y su tabú en la sociedad’. Jude Coleman en National Geographic.
- ‘La menstruación en India: peligros para la salud y abandono escolar’. Semilla para el cambio.
- ‘Día de la Higiene Menstrual: 10 falsos mitos sobre la regla a desmontar’. Unicef
¿Te ha gustado este post?
¡Queremos saberlo!
Y también en:
