Técnicas de relajación más allá del mindfulness: recursos para reducir el estrés en tu día a día
Respiración diafragmática, escaneo corporal, visualización guiada… Aprende cuándo y cómo aplicar estas técnicas de relajación para aliviar la tensión.
El estrés no siempre es el enemigo, en ocasiones puede ser un aliado para enfrentarse activamente a situaciones complicadas de amenaza o de peligro. Pero, cuando el estrés laboral o personal domina nuestra vida y nos impide pensar y actuar con normalidad, debemos hacer lo posible para bajar sus niveles, y las técnicas de relajación pueden ser unas grandes aliadas.
El exceso de estrés y unos niveles muy altos de adrenalina y cortisol traen consigo problemas emocionales como la irritabilidad, el enfado y la tristeza, que pueden desembocar en trastornos mentales más graves como los ataques de pánico, la ansiedad y la depresión, y, al mismo tiempo, alteraciones psicosomáticas como problemas digestivos, musculares y dolores de cabeza o migrañas.
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Dominar el estrés no es tarea fácil y es importante recordar que los tratamientos farmacológicos deben estar siempre supervisados por un profesional y regulados en función de las necesidades de cada paciente. Un abuso de tranquilizantes o fármacos similares podría tener consecuencias graves para la salud. Los medicamentos específicos para la salud mental siempre deben ser prescritos por un médico, que también habrá de supervisar el proceso.
Cuando el estrés y la ansiedad son un problema, las técnicas de relajación resultan realmente eficaces para controlar sus síntomas físicos y emocionales, por eso, aprender a aplicarlas puede ser clave para alcanzar la tranquilidad y la calma y mejorar tu día a día.
Beneficios de las técnicas de relajación: todo en lo que te pueden ayudar
El objetivo de las técnicas de relajación es conseguir alcanzar un estado de calma y bienestar reparador parecido al que obtenemos con un sueño profundo. Es decir, desconectar para reiniciarse.
Seguro que a ti también te ha pasado: sabes que existen las técnicas de relajación y que podrían ser muy beneficiosas para ti, pero, cuando te encuentras en un momento de mucho estrés, tiendes a pensar que no hay tiempo para parar y colocas las técnicas de relajación en el último lugar de tu lista de prioridades. Craso error.
El día a día muchas veces nos arrolla, pero detenerse un momento y dedicarle atención a nuestro cuerpo puede salvarnos de sufrir un problema físico o mental complicado por culpa del estrés. Las técnicas de relajación reportan beneficios reales y palpables:
- Bajan los niveles de cortisol y adrenalina
- Favorecen el flujo sanguíneo
- Contribuyen a regular el metabolismo
- Proporcionan paz mental y ayudan a ordenar las ideas
- Reducen la frecuencia cardiaca
- Mejoran la concentración
- Equilibran los niveles de glucosa en sangre
- Ayudan a regular el descanso y acabar con el insomnio
- Alivian las tensiones musculares
- Reducen la tensión arterial para evitar problemas de hipertensión
- Mantienen a raya el colesterol
- Alivian los dolores de cabeza y las migrañas
- Mejoran los problemas digestivos
- Favorecen la creatividad
- Mejoran la autoestima
El día a día muchas veces nos arrolla, pero detenerse un momento y dedicarle atención a nuestro cuerpo puede salvarnos de sufrir un problema físico o mental complicado por culpa del estrés.
Técnicas de relajación que puedes incorporar a tu día a día
Además de recurrir a las técnicas de relajación, hay algunos hábitos saludables que te ayudarán a reducir el estrés, como una alimentación equilibrada, la práctica de ejercicio y la interacción social positiva. En general, cualquier cosa que te haga feliz y sea saludable reducirá los niveles de cortisol en tu organismo y mejorará tu vida.
Tómate tu tiempo para determinar qué técnica de relajación hace que te sientas más cómoda y se adapta mejor a tus necesidades, porque, para que estas técnicas funcionen realmente y nos ayuden a encontrar el equilibrio deseado entre cuerpo y mente, hay que aprender a abandonarse a ellas.
Dejar a un lado los prejuicios para ser capaces de disfrutar de todos los beneficios que aportan los ejercicios de relajación puede ser difícil para algunas personas. Pero, con la práctica, se aprende a ser más consciente y a focalizar el esfuerzo y, una vez dominadas, las técnicas de relajación deberían estar integradas en nuestra rutina. Ten paciencia.
La meditación, el mindfulness y algunos deportes que trabajan en consonancia el cuerpo y la mente para encontrar el equilibrio como el yoga o el pilates son herramientas fantásticas para reducir los niveles de estrés. Pero, ¿sabes en qué técnicas de relajación se basan estas prácticas?
Estas son las técnicas de relajación más habituales:
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Respiración diafragmática
La respiración diafragmática o abdominal consiste en focalizar la respiración desde el músculo situado debajo de los pulmones, el diafragma. Los ejercicios de respiración profunda aumentan rápidamente los niveles de oxígeno en el organismo.
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Escaneo corporal
El body scan es una técnica de relajación que consiste en hacer un barrido consciente por todo nuestro cuerpo para detectar tensiones, dolores y molestias y analizar a qué emociones se vinculan esas respuestas de nuestro físico.
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Visualización guiada
La técnica de evocación guiada, imaginación guiada o visualización positiva consiste en visualizar en la mente imágenes o situaciones que nos hagan sentir bien. Después, esas imágenes se recrean para que todas las sensaciones, los olores y los sonidos nos trasladen a ese momento de paz y bienestar.
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Relajación autógena
La relajación autógena (AR) parte de lo más profundo de uno mismo y consiste en tratar el cuerpo y la mente como una unidad. A base de concentración, el entrenamiento de relajación autógena localiza sensaciones de peso y calor en las extremidades y el resultado es una relajación muy profunda.
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Relajación muscular progresiva
Esta técnica de relajación conocida con el nombre de relajación progresiva de Jacobson pone el foco en los músculos, contrayendo y relajando progresivamente todo nuestro cuerpo, desde los dedos de los pies hasta la cabeza. Es una de las técnicas más recurrentes para reducir de forma eficaz el estrés.
Practicar (en redes sociales y YouTube puedes encontrar muchos recursos) es la forma idónea de dar con la técnica de relajación con la que te sientes más cómoda. Y, una vez descubras cuál es para ti, será sencillo integrarla en tu día a día y apoyarte en ella para mantener a raya el estrés.