Orbiting, la versión 2.0 del ghosting o el enésimo término para definir una relación tóxica
El orbiting es una especie de vigilancia obsesiva de los pasos de otra persona en redes sociales. Te contamos cómo identificar este comportamiento.
Escrito por Noelia
Redactora de Bloom especializada en salud femenina. Diplomada en Turismo por la UNED, Máster en Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa por la Universitat Jaume I y Posgrado en Periodismo Digital por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactora en medios de comunicación digitales desde 2011.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
No nos gusta reconocerlo, pero lo cierto es que estamos rodeadas de red flags por todos lados. Ya no sabemos qué esperar de las relaciones o, peor aún, vamos perdiendo la ilusión con cada nuevo encuentro. Las citas son un continuo next y tiro porque me toca. Pero… no siempre tiene que ser así.
Pero para poder dejar atrás a ciertas personas que no nos hacen ningún bien (o simplemente con las que ya no queremos compartir camino) es imprescindible que sepamos reconocer ciertos comportamientos y ponerles la cruz. Por ejemplo, ¿sabes qué es el orbiting? Siéntate, amiga, que vamos a charlar un rato.
Qué es el orbiting
El orbiting es una especie de vigilancia obsesiva de los pasos de otra persona en redes sociales. Normalmente, quien practica el orbiting está pendiente de todas las publicaciones de alguien, sin interactuar con ella directamente. Vamos, un voyeur de manual, pero 2.0. Telita.
Te ponemos un ejemplo: ese ex con el o la que ya no hablas, pero que no se pierde ni uno de tus stories. O que comienza a dar likes a todas y cada una de tus publicaciones. Incluso, deja comentarios públicos. Todo esto sin que haya conversaciones en privado con esa persona.
Nos da mal rollito, aunque, pensándolo bien, ¿está haciendo algo malo o ilegal? Realmente, no. Pero no puede ser más incómodo.
¿Qué hago si me hacen orbiting?
Si no tienes contacto con una persona (y como ya imaginarás estamos pensando en alguien con quien normalmente ha habido una relación sentimental), puede afectarnos psicológicamente que esté presente en nuestras redes sociales. Da igual que sea viendo todos los stories, dando like o, incluso, comentando. El caso es que es como un reminder de ese/a a quien queremos olvidar.
Si este tipo de actitudes te suponen un inconveniente, siempre tienes el recurso del bloqueo. Especialmente si habéis acordado un contacto cero, no tiene sentido que se utilicen las redes sociales para seguir vigilando de cerca a esa persona.
También puedes poner como privada tu cuenta en redes sociales, así no se colarán interacciones no deseadas, y evitarás compartir detalles muy personales con quien no lo deseas. Realmente esto es de primero de sentido común, ya que nunca sabemos quién puede estar empapándose de nuestra vida sin que seamos conscientes de ello.
Y después de este recordatorio, seguimos con el tema que nos ocupa. Otra opción es hablar directamente con esa persona. Ya sabes, eso de “más vale una vez amarilla que cien colorá”, que decía mi abuela. Puedes comentarle que te hace sentir algo incómoda esa situación, que no te ayuda a pasar página o que sientes que no se está respetando el acuerdo del contacto cero.
No hay nada de ilegal en el orbiting, por lo que solo nos queda ponernos la capa impermeable y que todo nos resbale…
Y si nada de esto funciona, solo te queda hacerte fuerte y esperar a que pase la tormenta. No es una práctica que puedas denunciar a la Policía, salvo que evolucione en una situación de acoso. Claro está que no es lo mismo que haya sido tu pareja durante más de una década, alguien que te ha hecho ghosting o una cuffing season, pero en cualquier caso depende de ti romper la baraja.
¿Y si soy yo quien hace orbiting?
Si estás leyendo esto y te sientes identificado con el orbiting, pero eres tú quien lo hace, queremos ayudarte. Entendemos que para ti tampoco es algo fácil y que si has llegado a ese punto probablemente es porque tienes una situación de dependencia o enganche emocional con esa persona. Y eso también puede ser complicado.
Te damos algunos consejos que puedes seguir para lograr cortar esa necesidad de estar todo el día pendiente de tu ex-loquesea.
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Trabaja en tu autocontrol… o bloquea a esa persona
Si la relación ha terminado bien, es posible que bloquearla de tus redes sociales te parezca innecesario. Pero, créenos, si pasas demasiado tiempo refrescando su perfil de Instagram 347283672 veces al día para ver si ha subido algo, eso no es bueno para ti. Si ves que el autocontrol no es suficiente, elimina a esa persona de tus amigos o directamente bloquéala para evitar caer en la tentación de volver a ver esa foto que subió hace cuatro días.
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Pide a tus amigos que no te hablen de esa persona
Cuando hay una ruptura, tener amigos en común puede ser un suplicio, ya que, de forma bienintencionada, pueden hablarte sobre tu ex y tú no logras desengancharte. Explícales que te hace sentir mal y que no logras pasar página así, para que eviten contarte si ayer se tomaron una cerveza o si han visto en sus redes que está de viaje en las Maldivas.
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Busca ayuda profesional
Esa obsesión por las redes sociales de una persona puede ser en realidad una evidencia de un problema mayor. Es posible que necesites ir a terapia para que te ayude a resolver esa situación.
¿Existe el orbiting fuera de las redes sociales?
Aunque normalmente cuando se habla de orbiting se hace referencia a este comportamiento obsesivo en las redes sociales, tienes que tener en cuenta que también puede suceder en la calle.
Si has acordado el contacto cero con tu ex, pero te sigue llamando de vez en cuando, si te lo encuentras “casualmente” a la hora de salir de trabajar o cuando entras al gimnasio, si tus amigos te dicen que no para de preguntar por ti… También estás viviendo una situación de orbiting que necesita solución.
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