¿Conseguir un orgasmo solo estimulando los pezones? ¡Se puede (y te decimos cómo)!
Ni hay un único camino hacia el orgasmo ni se consigue estimulando solo una parte del cuerpo. ¿Te animas a experimentar nuevas rutas?
Escrito por Sara G. Pacho
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
A menudo relacionamos el orgasmo únicamente con estimulación de los genitales, pero lo cierto es que nuestro órgano sexual más potente es la piel. Evidentemente no todas las zonas de nuestro cuerpo son igual de sensibles al placer, pero tampoco tenemos que reducir las posibilidades al clítoris, la vagina o el pene. Hablar de orgasmos es hablar de terminaciones nerviosas y de eso nuestros pezones saben bastante. Lo que igual no sabemos nosotras es que estimulando estos pequeños puntos, tanto en hombres como en mujeres, es posible sentir tanto placer como experimentamos al tocar -o dejar que nos toquen- otras zona. ¿Orgasmo y pezones? ¡La respuesta es sí!
Aunque no te prometemos que sea súper fácil, si te decimos que es posible. Si te gustan los retos, eres paciente y curiosa, ¡atenta, bloomer!
Según una investigación de 2011, la estimulación de los pezones activa la misma región cerebral que cuando se estimula la vagina.
Conseguir un orgasmo de pezones paso a paso
Los pezones son puntos que activan varías vías de placer. Sabemos que son zonas erógenas, y también que hay formas mejores y peores de estimularlas. Por ejemplo, jugar a que estamos sintonizando una radio antigua no es una buena idea, mientras que hacerlo de manera delicada y con atención puede resultar tremendamente sensorial.
De hecho, aunque en este paso a paso nos centremos en los pezones, podemos estimular otras zonas a la vez para disfrutar de una experiencia orgásmica realmente increíble.
Lo mejor es tener paciencia y no tomarse el orgasmo de pezones como una especie de meta a alcanzar, ya que puede ser especialmente frustrante. Tómalo como un amplificador de sensaciones.
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Libera tu agenda. Cuando estás en modo exploradora es mejor tomárselo con calma y no fijarse una hora tope. Si vas a intentar sentir ese gran placer a través de tus pezones, lo mejor que puedes hacer es buscar un rato libre en el que puedas estar tranquila, sin prisa, sin pensar en “luego tengo que hacer” o “después tengo que ir”. Take it easy.
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Si estás en pareja, pide que empiece a estimular tus pechos, de manera que su mano esté en contacto con la piel y sus dedos pulgares, quizá, rocen las areolas.
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A medida que avance la estimulación, puedes pedirle que aumente la velocidad o la intensidad, según te vaya pidiendo el cuerpo. Es posible que te guste un suave pellizco, o que ejerce un poco de presión.
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Es hora de usar la lengua: ahora que ya tenemos la zona caliente, tu pareja puede emplear sus labios y su lengua para continuar estimulando siguiendo el ritmo que marques: de más a menos, con intensidad intermitente… Lo que más te excite.
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Cuando la cosa ya está avanzada puede que el cuerpo te pida más intensidad. Es un momento en el que la comunicación es clave para seguir buscando el orgasmo, pero sin dolor. Recuerda que la piel de los pezones es muy fina y sensible.
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¿Es el momento de estimular otra zona en paralelo? Quizá puede haber penetración o sexo oral y que seas tú misma, o tu pareja con sus manos, quien continúe con la estimulación de los pezones.
Algunos tips extra para unir orgasmo y pezones
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Tenemos dos manos, una lengua… y un montón de accesorios para pezones que podéis probar en esta expedición en busca del orgasmo. Succionadores, pinzas… tú eres quien marca los límites en función de tus sensaciones.
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¿Quieres darle un punch de erotismo? Utiliza algún aceite o lubricante.
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Te lo hemos repetido varias veces pero, igual que cuando buscamos cualquier otro tipo de orgasmo, la clave es la paciencia. Se trata de jugar, experimentar, dejarse sentir… y ver qué pasa. Así de sencillo o complicado.
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Ojo con el momento del ciclo en el que estás: puede que los pezones estén más sensibles y te lleven a sensaciones nunca antes experimentadas, o que te resulte incómodo.
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