Piel seca o con picores en la menopausia: ¿por qué es uno de los síntomas más comunes?
Con el cambio hormonal de la menopausia nuestra piel y nuestro pelo se modifican. Te ayudamos a entender tu piel. ¡Tips para cuidarla!
Los problemas cutáneos son muy habituales en las mujeres que atraviesan la etapa de la menopausia. A veces se manifiestan de forma suave y llevadera, pero otras veces pueden convertirse en una pesadilla. Ponemos el foco en la piel seca en la menopausia y aprendemos 10 consejos clave para mejorar la salud de nuestra piel madura.
Piel y menopausia, ¿la sequedad es inevitable?
Cambios en la piel durante la menopausia
La menopausia (y por ende, la premenopausia, la perimenopausia y la posmenopausia), es una época de muchas cambios para las mujeres. No todos los síntomas afectan a todas ni con la misma intensidad, pero, de una u otra forma, todas estamos condenadas a padecer algún síntoma.
Junto con los sofocos o la osteoporosis, hay otras señales mucho menos populares y sin embargo muy frecuentes que afectan a muchas mujeres, como es el caso de los problemas cutáneos en la menopausia.
El cambio hormonal que se produce en la menopausia afecta directamente a la salud de la piel, provocando algunas alteraciones más o menos complicadas y más o menos intensas, en la mayoría de las mujeres.
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Sequedad y otros problemas de la piel en la menopausia
- Pérdida de luminosidad
- Deshidratación o sequedad
- Piel irritada o dermatitis
- Flacidez o descolgamiento
- Pérdida progresiva del óvalo facial
- Picores
- Envejecimiento
- Arrugas
- Cambio de tonalidad
- Pérdida de elasticidad
- Acné
- Aparición de vello facial
- Manchas
Picores en la piel en la menopausia
Los picores en la piel madura son un síntoma muy común en la menopausia. La notable bajada de los niveles de estrógenos en el organismo al final de la edad fértil trae consigo una disminución de la producción de colágeno y elastina que afecta directamente a la elasticidad y calidad de la piel, derivando en sequedad que a veces se traduce en irritaciones, picores o picazón. Aunque no se trata de un problema grave, sí que suele resultar bastante molesto.
Además de la pérdida de colágeno y la deshidratación, hay otros factores que pueden contribuir a que se generan irritaciones y picores en la piel, como el aumento de la sensibilidad cutánea, la pérdida de eficacia de las glándulas sebáceas, un clima desfavorable o el estrés.
Una buena hidratación es clave para recuperar la salud de la piel, pero además deberías extremar el cuidado a la hora de elegir los productos cosméticos, proteger muy bien la piel del sol y aplicar soluciones calmantes. Si la picazón es demasiado intensa, lo más recomendable es acudir a un dermatólogo para que te recomiende un tratamiento farmacológico o un remedio natural que consiga reconstituir tu piel lo antes posible.
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10 consejos para mejorar la piel en la menopausia
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Consulta con un dermatólogo
Más allá de la pérdida de elasticidad de la piel, en la menopausia son demasiado frecuentes algunos problemas cutáneos como los picores, la dermatitis, la sequedad… Es aconsejable acudir a un especialista en dermatología en cuanto aparezca alguna problemática relacionada con la piel en la menopausia. De esta manera se podrá tratar convenientemente y se minimizarán las consecuencias. En caso de que sea necesario, el especialista puede recomendarte algún tratamiento farmacológico específico.
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Evita el tabaco, el alcohol y otros tóxicos
Si en todas las etapas de la vida de una mujer la piel refleja nuestros malos hábitos, en la menopausia mantener a raya los tóxicos es aún más importante porque, tanto la piel como el pelo, envejecen muchísimo peor en las mujeres que fuman o beben alcohol con frecuencia.
Lo que provocan estos tóxicos es un mayor desequilibrio hormonal que se traduce a nivel cutáneo en una deshidratación más acelerada de la piel, propiciando la aparición de arrugas, peor cicatrización y más probabilidades de sufrir la inesperada aparición de vello facial. -
Protege tu piel del sol y la contaminación
Utiliza fotoprotectores de alto espectro tanto en invierno como en verano para proteger tu piel convenientemente.
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La hidratación es la clave
Bebe mucha agua e infusiones a lo largo del día para favorecer la elasticidad de la piel y evitar que se reseque de más, algo que ocurre con mucha frecuencia en los procesos menopáusicos.
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Limpia la piel en profundidad dos veces al día
Por la mañana y por la noche, dedícale el tiempo que se merece a tu rostro. Si practicas la doble limpieza, tu piel te lo agradecerá.
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Exfolia de forma regular
Como mínimo una vez a la semana, exfolia la piel de rostro y el cuerpo con productos que no sean demasiado agresivos pero que consigan arrastrar las células muertas.
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Invierte en cosmética y dermocosmética que sea adecuada para tu piel
La menopausia es el momento idóneo para invertir en belleza. No se trata de comprar cremas carísimas pero sí de apostar por calidad en sérums, lociones y cremas para mejorar la calidad de la piel. El retinol, la vitamina C, el ácido hialurónico y el ácido glicólico son grandes aliados para las pieles maduras.
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La alimentación también es importante
Para mejorar los síntomas de la menopausia, es importante prestar especial atención a nuestra dieta. La alimentación también es clave en la salud de nuestra piel, incrementa especialmente la ingesta de fruta y verdura y de ácidos grasos omega 3.
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Tratamientos y ejercicio facial
Cuidarse la piel implica contar con la ayuda de buenos profesionales de estética. Siempre que tengas la oportunidad, regálate un tratamiento que te ayude a hidratar y recuperar la elasticidad de la piel. Además, incorporar los masajes y el ejercicio facial a la rutina diaria da muy buenos resultados a medio, largo plazo.
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Ejercicio y otros hábitos saludables
Duerme las horas que tu organismo necesita para reiniciarse y practica ejercicio de forma regular para mejorar la circulación, mantener la musculatura firme, garantizar la salud de tus huesos y procurarte un buen estado de salud mental. La piel es el espejo de nuestro estado general de salud.