¿Te suena el método sintotérmico? Descubre qué es y cómo puede ayudarte a conocer tus días más fértiles
¿Sabemos interpretar las señales de nuestro cuerpo? Te contamos en qué consiste este método para entender cuándo vamos a ovular
Escrito por Sara G. Pacho
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
Nuestros cuerpos son maravillosos y realmente sabios. A medida que vamos creciendo sabemos reaccionar ante las señales que nos envía: si siento hambre, como; si siento sed, bebo; si siento cansancio, descanso, etc. Digamos que las necesidades básicas las tenemos bien aprendidas. Check. Pero, ¿qué pasa con otro tipo de indicadores más imperceptibles? De eso venimos a hablarte: del método sintotérmico y de las señales que puedes encontrar en tu propio cuerpo para reconocer tus días más fértiles.
Y es que cuando estás intentando quedarte embarazada, conocer el funcionamiento del ciclo menstrual y lo que conlleva cada una de las fases es esencial para “afinar el tiro”. El método sintotérmico se basa precisamente en eso, en la propia fisiología del ciclo. Se trata de un método de reconocimiento de la fertilidad para aprender a leer el cuerpo e identificar el momento de la ovulación.
¿Cuál es la efectividad del método sintotérmico?
Sabemos que la ovulación se da una vez por ciclo y que dura en torno a 24 horas. Además, sabemos que no es un momento que se pueda predecir con exactitud. No somos relojes suizos, vaya. El método sintotérmico, en esa misma línea, se olvida de calendarios rígidos y te propone observar tu ciclo a través de una serie de biomarcadores, es decir, de cambios que se producen en el cuerpo con las idas y venidas de las hormonas.
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No obstante, la efectividad de este método puede verse comprometida por diversas cuestiones. La primera es no ponerlo en práctica de forma correcta, por lo que es recomendable pedir ayuda a un profesional de la salud. El segundo problema que podemos encontrar es que los registros se alteren por factores externos como puede ser, por ejemplo, el estrés.
Aunque lo común es hacer este seguimiento en busca del ansiado embarazo, también es posible registrar estados para todo lo contrario. Pero este no es, desde luego, un método anticonceptivo y, además, y muy importante, no protege de las ITS.
Las señales clave en el método sintotérmico
El método sintotérmico se fija en aquellas señales que nos da el cuerpo sobre los cambios hormonales del ciclo para ayudarnos a saber cuándo será la ovulación. El moco cervical es el marcador estrella en este método.
Gracias a los cambios que sufre este gel denso y viscoso podemos saber cuándo es el momento más fértil. Cuando el estrógeno alcanza su punto álgido, el moco cervical se vuelve más ligero y flexible; cuando ese momento termina, se hace más grueso y espeso. Es decir, en función de las hormonas, el moco cervical será el perfecto anfitrión para los espermatozoides o un portero de discoteca inquebrantable. Por eso, esta información es muy valiosa.
La temperatura basal, ¿otra ventana a la ovulación?
Es el otro marcador esencial en el método sintotérmico. Nos sirve para saber cuándo se abre esa ventana fértil. La temperatura basal es la temperatura más baja que alcanza el cuerpo en estado de reposo. En la fase preovulatoria se mantiene muy baja hasta el momento de la ovulación, que sube entre 0.2 y 0.5 ºC. Para poder conocer estos cambios de temperatura es necesario, por un lado, tener un termómetro especial capaz de captar esos cambios tan sutiles y, por otro, hacer un seguimiento diario en el mismo momento del día.
¿Cómo poner en práctica el método sintotérmico?
La clave para poder predecir el momento más fértil con este método es llevar un registro del estado de los biomarcadores, una especie de diario hormonal donde registres tus observaciones con la mayor precisión posible.
Para ello, es necesario medir la temperatura cada mañana antes de levantarte y, a lo largo del día, examinar cómo está el moco cervical. ¿Es transparente? ¿Es pegajoso? ¿Es denso? Llegó el momento de conocerte un poco más. Cada noche, puedes comparar los valores que has ido registrando a lo largo del día para saber cuándo se va a producir la ovulación.
Para ayudarte a monitorizar el ciclo, existen algunos programas y apps que pueden ser útiles. Una de ellas es Sinto Estrellas, una aplicación educativa con el apoyo de una consultora especializada. Otra opción disponible es OvuView, una app que puede servir tanto de calendario menstrual como de seguimiento de la fertilidad.
¿Y qué es el método Creighton?
El método sintotérmico puede parecer muy moderno, pero lo cierto es que hace décadas que se investiga al respecto. Ya en la década de los 70, se trabajaba por un sistema que ayudara a determinar los días fértiles e infértiles del ciclo prestando atención a los cambios en el cuerpo.
Se considera en este sentido un hito que el Doctor Thomas W. Hilgers pusiera en 1976 el énfasis en el estado del flujo cervical y en un sistema de evaluación diario con un lenguaje de letras y números. Este es el conocido como método Creighton, que cuenta con su propio programa de aprendizaje.
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