Progesterona antes y durante el embarazo: esta es su evolución

Te contamos todo sobre esta hormona determinante en la implantación del embrión en el endometrio.

marzo 24, 2024 Escrito por Isabel Sauras

Redactora de Bloom especializada en salud femenina, cultura y estilo de vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

La progesterona es una de las hormonas sexuales femeninas más importantes porque su papel es esencial en todas las etapas de la vida de una mujer. Analizamos cómo se comporta la progesterona en la pubertad, el ciclo menstrual, el embarazo, la lactancia y la menopausia y hacemos zoom para descubrir por qué es tan importante tener unos niveles adecuados de esta hormona cuando estamos gestando. 

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¿Qué es la progesterona?

De entre todas las hormonas sexuales femeninas, la progesterona es una de las más importantes, pertenece al grupo de los prostágenos y se genera en los ovarios. 

La progesterona empieza a producirse en la pubertad, cuando llega la menarquia o primera regla y deja de producirse de forma progresiva en la menopausia. Una vez que los ovarios empiezan a liberar esta hormona, la progesterona se distribuye por el organismo a través de la sangre para hacer su trabajo actuando en diferentes órganos, desde el útero hasta los huesos, pasando por el pecho o los riñones. 

La progesterona tiene un protagonismo especial en el embarazo, en la lactancia y durante todo el ciclo menstrual femenino, alcanzando sus niveles máximos de producción en la fase lútea, justo después de la ovulación, cuando los ovarios se preparan para albergar un posible futuro embarazo y en el primer y el tercer trimestre de embarazo. 

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Guía completa sobre la importancia de la progesterona en el embarazo

De todas las hormonas que intervienen en el embarazo, dos de las más importantes son la gonadotropina coriónica humana (HCG) y la progesterona. Analizamos cómo se comporta la progesterona en todas las etapas de la gestación:

La progesterona en el primer trimestre de embarazo

La progesterona es la hormona encargada de garantizar un útero bien preparado para la llegada de un posible embarazo. Después, una vez que el embarazo se ha producido, los ovarios incrementan la producción de esta hormona durante las primeras semanas para asegurar el desarrollo embrionario. Es entonces cuando se encarga de que el endometrio tenga las herramientas para que la placenta pueda nutrir adecuadamente al embrión. A partir de las semana 10, la placenta también contribuye a la producción de progesterona. 

Además de proporcionar un nido perfecto para el bebé, la progesterona sirve para que el organismo de la madre no rechace el ser que se está formando en su interior. En esta etapa, los índices normales de progesterona en sangre se sitúan entre los 8 y los 44 ng/ml. 

La progesterona en el segundo trimestre de embarazo

En el segundo trimestre de embarazo, la placenta ya produce progesterona a pleno rendimiento para asegurarse de que el embrión recibe el oxígeno y los nutrientes que necesita para desarrollarse. 

Además, la progesterona sirve, una vez avanzado el embarazo, para que los músculos del útero estén bien relajados y se estiren, evitando así que se produzca un aborto espontáneo o un parto prematuro. Los niveles de progesterona en el segundo trimestre oscilan entre los 19 y los 83 ng/ml.

La progesterona en el tercer trimestre de embarazo

En el tercer trimestre de gestación, la progesterona se encarga de que los músculos del útero sigan cediendo y no haya contracciones. Su misión, para proteger al feto de un parto prematuro es, además, evitar que el cuello del útero se acorte antes de tiempo. 

Los valores óptimos de progesterona en el tercer trimestre están entre los 65 y los 230 ng/ml.

La progesterona en el parto y la lactancia

Cuando se acerca el momento del parto, lo normal es que se produzca un incremento natural de los niveles de progesterona. En este momento, además de proporcionar bienestar el embrión, la progesterona trabaja para preparar el cuerpo para el parto, contribuyendo a reforzar el tapón mucoso y preparando los músculos pélvicos para la expulsión. 

Una vez que ha pasado el parto, la progesterona tiene un papel fundamental para la lactancia, ya que es la hormona encargada de aumentar la densidad de las glándulas mamarias y prepararlas para que empiecen a dar leche.

¿Qué pasa cuando los niveles de progesterona son bajos en el embarazo?

Lo normal es que la progesterona se genere de forma natural y progresiva en nuestro organismo cuando nos quedamos embarazadas, pero hay ocasiones en las que no ocurre así, provocando problemas de fertilidad o riesgo de aborto; por eso, es habitual recurrir a la progesterona sérica, que es una prueba que mide los niveles de progesterona en sangre. 

Cuando la prueba de progesterona sérica indica que los ovarios no están liberando la progesterona suficiente en el embarazo, se hace necesario recurrir a la progesterona artificial, que puede administrarse por vía oral, intravenosa o vaginal. También es muy necesario el control de progesterona en casos de infertilidad y, casi siempre, los tratamientos de reproducción asistida incluyen suplementos de progesterona para aumentar las posibilidades de que el embrión se implante correctamente y de que el embarazo llegue a buen término. 

Como ocurre con todos los medicamentos relacionados con el embarazo, la administración de progesterona artificial debe hacerse bajo supervisión médica y solo en casos en los que no esté contraindicada. 

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¿Cómo aumentar de forma natural los niveles de progesterona?

Además de tratar de reducir los niveles de estrés para tomarse las cosas con más calma y llevar una vida saludable en la que no falten el ejercicio y la hidratación, la mejor manera de aumentar de forma natural los niveles de progesterona en el embarazo es enriquecer la alimentación

  • Vitamina B: enriquece tu dieta con alimentos ricos en vitamina B, sobre todo, en vitamina B6, como los cereales integrales, las legumbres, algunos frutos secos, carne de pollo y huevos. 
  • Zinc: el zinc ayuda a garantizar que la progesterona pueda hacer correctamente su papel. Encuentra este mineral en el marisco, las semillas, los frutos secos y la carne de pollo y pavo.  
  • L-arginina y L-citrulina: los alimentos que contienen L-arginina y L-citrulina favorecen la circulación sanguínea en el embarazo. El salmón, los guisantes, las lentejas y la sandía. 
  • Antioxidantes: importantísimos los alimentos antioxidantes para incrementar la producción de progesterona. Incluye en tu dieta los frutos rojos, la remolacha, los tomates, las verduras de hoja verde y el pimiento. 
  • Omega 3: los ácidos grasos son indispensables en la dieta de una gestante. Están en el marisco, las sardinas, las semillas de lino y las nueces.

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