¿Qué es la sífilis? Te contamos los síntomas, tratamiento y prevención de esta ITS
Es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes, pero se puede combatir de forma sencilla y efectiva. Don’t panic y aprende con nosotras a identificarla.
La sífilis es una de las ITS más comunes, también en mujeres. Y, como en Bloom nuestra meta es hablar de la salud femenina sin tapujos, vamos a contarte todo todito sobre esta infección de transmisión sexual. De acuerdo, es menos conocida que el VPH (ITS con vacuna) o la clamidia, pero ¡no por eso es menos importante! ¿Cuáles son los signos de alerta, síntomas principales y tratamiento? Vamos con ello, ¡dentro info bloomer!
Qué es la sífilis y cuáles son los primeros síntomas en mujeres
¿Qué es la sífilis? La sífilis es una infección bacteriana de transmisión sexual. Forma parte de las ITS más comunes y puede derivar en una ETS.
Los síntomas de la sífilis pueden aparecen hasta 90 días después de la infección. Be careful!
En algunos casos, puede presentarse de un modo silencioso y quizá no nos demos cuenta de que la hemos contraído, salvo por signos comunes a otras ITS como picor vaginal. Pero lo más habitual es que los primeros síntomas de la sífilis se manifiesten en forma de una llaga roja, redonda e indolora en la parte del cuerpo en la que hubo un contacto sexual, como boca, vagina o pene, aunque también puede aparecer en las palmas de las manos o las plantas de los pies.
Además, también puede manifestarse como una gripe leve, ya que otros síntomas relacionados son el dolor de cabeza, la fiebre moderada o la indisposición general.
Estos síntomas pueden aparecer entre 10 y 90 días desde la infección, aunque lo más habitual es que emerjan en torno a los 20 días.
Si bien la sífilis es una infección fácil de tratar, es importante hacerle frente lo antes posible para evitar que derive en otros problemas de salud más graves.
¿Cómo se transmite la sífilis? El contacto sexual es la respuesta
“Yo es que soy muy limpia y me lavo siempre después de tener relaciones, así no me contagio de nada”. Tenía una amiga que creía esto a pies juntillas y no podía estar más equivocada. Hacer pis después de tener sexo o ducharse está muy bien para prevenir otro tipo de infecciones como las de orina, pero ciertas ITS, como la sífilis, la clamidia o la gonorrea, no van de eso.
La sífilis es una de las principales ITS en mujeres, como se extrae del Observatorio Bloom sobre ITS en mujeres en España. De este proyecto hemos aprendido que, entre 2015 y 2019, los casos de sífilis en mujeres crecieron un 129%. Además, representaron el 5,6% de los diagnósticos entre 2012 y 2019. ¿Quieres saber más sobre ITS y todo lo que nos queda por mejorar? No te pierdas nuestro informe.
Observatorio Bloom sobre ITS en mujeres
Descubre cómo han evolucionado las ITS en mujeres en los últimos años con nuestro primer estudio propio
Ver InformeEsta infección se transmite por contacto sexual con la piel, las mucosas o los fluidos de una persona que tenga la infección. Y recordemos que, como los síntomas pueden tardar en aparecer y en algunos casos incluso pasar desapercibidos, el riesgo de transmitirla sin ser consciente aumenta.
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Para evitarlo, necesitaremos hacer uso de nuestros amigos los anticonceptivos de barrera o de la doble protección. En el caso de una relación monógama por ambas partes, lo recomendable es hacerse un sencillo análisis de ITS para comprobar si somos portadores de alguna infección. Más tranquilidad, sexo más seguro.
Tratamiento: ¿la sífilis tiene cura?
Buenas noticias: ¡sí, la sífilis tiene cura! De hecho, una vez confirmado el diagnóstico por parte de un especialista, lo más habitual es que el tratamiento se lleve a cabo con antibióticos (penicilina). De hecho, posiblemente se necesite una única inyección de penicilina, aunque en algunos casos, si ya está muy avanzado el proceso, se pueden prescribir dos o incluso un tratamiento distinto y adecuado a cada caso.
Después, habrá que realizar una serie de revisiones y análisis de sangre para determinar cuándo la infección desaparece por completo. Y, por supuesto, debemos ser responsables y, si la infección está activa, evitar los contactos sexuales, además de comunicarlo a los compañeros de cama. ¡Empatía! Si estuviésemos en el otro lado, agradeceríamos que nos lo dijeran.
Fases o etapas de la sífilis: primaria, secundaria, terciaria, congénita…
Existen distintos tipos de sífilis, aunque la infección es muy similar entre todas ellas. O, mejor dicho, existen distintas fases o etapas.
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La sífilis primaria es la primera fase, casi asintomática o con una única llaga que aparece justo en el lugar del cuerpo en el que contrajimos la infección. Es indolora y puede pasar desapercibida, e incluso llegar a curarse por sí sola sin tratamiento.
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¡Ojo! Porque el hecho de que la llaga desaparezca no significa que la infección también lo haga. Así es como llegamos a la sífilis secundaria, que es el momento en el que la infección avanza y aparecen nuevas erupciones u otros síntomas.
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De nuevo, sin tratamiento, los síntomas terminan por desaparecer y puede llegar la sífilis terciaria, latente o avanzada. Es el estado más grave, cuando ya hablamos de enfermedad, y pueden pasar décadas hasta que el paciente llega a esta fase. En ella, las consecuencias son más extremas, como parálisis de algunas zonas del cuerpo.
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Por último, también debemos mencionar la sífilis congénita, que es aquella que no llega por contacto sexual, sino que se transmite de la madre embarazada al feto.
¿Dónde pueden aparecer los síntomas? Sífilis en la boca, lengua, garganta, vagina, ano…
Ya hemos visto que esta ITS puede pasar bastante desapercibida, ser casi asintomática o que, incluso si se tiene algún síntoma, puede confundirse con una gripe leve y que le restemos importancia. El tratamiento es muy sencillo y nos evita que el futuro se complique.
Por eso, es muy importante que conozcamos bien nuestro cuerpo y que, de vez en cuando, nos exploremos para estar atentas a posibles llagas o erupciones. Estas se pueden encontrar en distintas zonas, pero la primera siempre aparece en el lugar en el que se ha tenido el contacto directo con la infección, normalmente la zona genital, la boca, las manos o la garganta.
Además, debemos mantener al día las revisiones ginecológicas. ¡Anticiparnos a los problemas es fundamental!