Síntomas raros de la menopausia: 14 señales inesperadas de la revolución hormonal
Más allá de los sofocos y el insomnio, algunos de los síntomas más inusuales de la menopausia son el acné tardío o la aparición de vello facial. Te contamos más, ¡toma nota!
Escrito por Isabel Sauras
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, cultura y estilo de vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
La menopausia resulta algo positivo para muchas mujeres, que pueden decir para siempre bye bye a su menstruación sin demasiados dramas. Pero hay un porcentaje muy alto que sufre de verdad con los achaques que trae consigo esta etapa, incluso hay quienes experimentan síntomas raros de la menopausia, sobre los que hemos venido a hacer zoom.
El tiempo en el que los síntomas de la menopausia nos complican la vida varía mucho de unas mujeres a otras y también lo hace la intensidad en la que se manifiestan. ¿Por qué duelen los ovarios en la menopausia? Has llegado al lugar adecuado para resolver dudas como esta.
Más allá de los que ya nos sabemos de memoria, como el insomnio, los sofocos o el aumento de peso, con frecuencia aparecen durante la perimenopausia y más adelante síntomas raros de la menopausia, como el dolor articular, el dolor mamario o los picores en la piel. Te contamos todo sobre ellos y cómo aprender a sobrellevarlos.
¿Qué síntomas raros de la menopausia entran dentro de «lo normal»?
La menopausia no se manifiesta de la misma forma. Hay mujeres que durante esta etapa sufren, junto con los síntomas más habituales, algunos menos comunes de forma más o menos acusada. Para elaborar la lista de estos síntomas raros de la menopausia, hemos hablado con Lorena Serrano, (hello.gyn en Instagram), ginecóloga colaboradora de Bloom, que ha señalado estos:
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Dolor mamario
Hay quienes experimentan durante la menopausia tensión e incluso dolor en el pecho, que resulta incómodo sin llegar a ser grave.
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Sequedad y picor en la piel
Es probable que la menopausia provoque exceso de sequedad en la piel y picores en zonas puntuales. La sequedad en la piel se debe sobre todo a la pérdida de colágeno que se produce en esta etapa.
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Molestias articulares
Sensación de dolor o molestia en las articulaciones, sobre todo en las rodillas, es otro de los síntomas menos comunes de la menopausia. “El dolor articular puede mejorar con el ejercicio físico (poniendo atención a trabajar la musculatura), una buena alimentación rica en vitamina D y calcio y baja en alimentos inflamatorios. Por supuesto, es fundamental evitar el alcohol y el tabaco”, explica Lorena Serrano.
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Migrañas
Los dolores de cabeza fuertes e incluso las migrañas aparecen con frecuencia en la menopausia, sobre todo durante los primeros años.
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Fragilidad ósea
La osteoporosis en la menopausia es una consecuencia, pues la bajada de estrógenos suele traer consigo una descalcificación en los huesos. Cuando el deterioro del esqueleto se hace demasiado evidente, los huesos se vuelven muy frágiles, hay peligro de artrosis, roturas frecuentes y daño en las articulaciones.
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Sofocos graves
Los distintos tipos de sofocos siempre son repentinos e incómodos, pero para algunas mujeres son demasiado intensos y pueden impedirles hacer una vida normal.
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Insomnio prolongado
El insomnio en la menopausia es una de las señales clásicas de esta etapa y afecta más de lo que imaginamos a nivel físico y neuronal a nuestro cuerpo. El insomnio temporal es, como decimos, muy común, pero, si se prolonga demasiado en el tiempo, es necesario tomar medidas para solucionarlo.
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Problemas metabólicos severos
Lo normal es que con la menopausia se acumule más grasa en algunas zonas, el cuerpo se ensanche a la altura de las caderas y cueste más perder peso. Pero hay mujeres para las que estos problemas metabólicos se convierten en un algo complicado durante la menopausia, por lo que conviene consultar a un especialista.
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Aparición repentina de arrugas
La perdida de colágeno puede traer consigo falta de firmeza en la piel y la aparición de arrugas de forma casi repentina.
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Aparición de vello facial
Es muy común que la revolución hormonal femenina venga acompañada de la aparición de pelos en la menopausia en zonas donde antes no estaban. Puede ocurrir que haga acto de presencia el vello facial, sobre todo en en el mentón.
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Pérdida de densidad capilar
Hay mujeres que notan que su densidad capilar se resiente notablemente a causa de la menopausia.
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Acné tardío
El descenso de estrógenos puede traer consigo afecciones en la piel, como la aparición de granos en la cara, el escote o la espalda.
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Atrofia vaginal
Suena fuerte, lo sabemos. Aquí la explicación: en los genitales, la sequedad es debida a la pérdida de estrógenos, que disminuirán el flujo vaginal y la lubricación, dando lugar a lo que se conoce como «atrofia vaginal», que suele manifestarse con picores y molestias o dolor con las relaciones sexuales.
Sequedad vaginal, tips para que no se convierta en un problema
La sequedad vaginal se convierte en un problema para muchas mujeres durante la menopausia, no solo porque dificulta directamente las relaciones sexuales, sino porque la sequedad trae consigo molestias en forma de dolor, picor o picazón vaginal. Este problema, llamado vaginitis atrófica o atrofia vaginal, se produce (como comentábamos más arriba) por el hecho de que, con la alteración hormonal de la menopausia, los tejidos vaginales también están más débiles y más sensibles.
Para mejorar la sequedad vaginal, Lorena Serrano recomienda usar hidratantes y lubricantes que se pueden aplicar de forma externa o interna (normalmente, a través de una cánula dentro de la vagina).
Estos compuestos son capaces de acumular agua para así mantener la hidratación, liberándola lentamente y aliviando los síntomas de picor o molestias, aunque no se revierten los cambios de la atrofia. Se recomienda usarlos al menos 1 o 2 veces por semana o según los síntomas
En el mercado existen lubricantes para todos los gustos y manías: los hay con vitamina E, ácido hialurónico, centella asiática, liposomas… «En casos en los que no exista mejora se puede probar con estrógenos locales (siempre bajo prescripción médica), que suelen dar muy buenos resultados”, añade.
El sexo en la menopausia es altamente recomendable también para mejorar los problemas de sequedad vaginal, ya que incrementa notablemente la elasticidad del tejido y aumenta el flujo sanguíneo vaginal. Así que, ya sea sola o acompañada, el sexo será tu mejor medicina.
Recuerda que, en las relaciones sexuales, el lubricante es fundamental si padeces en mayor o menor medida problemas de sequedad vaginal. En este caso, la experta nos recomienda usar lubricantes que contengan una base acuosa, porque no interfieren con el uso de los preservativos o los juguetes sexuales.
El sexo es altamente recomendable también para mejorar los problemas de sequedad vaginal, ya que mejora notablemente la elasticidad del tejido y aumenta el flujo sanguíneo.
¿Cómo regular los síntomas menos comunes de la menopausia?
La madurez femenina trae consigo el final de la vida fértil y, por lo tanto, los últimos coletazos de la menstruación. Cuando esto ocurre, la producción de estrógenos en nuestro organismo decae radicalmente, provocando un desequilibrio hormonal que puede causar estragos física y emocionalmente. “Al final, todos los cambios en la menopausia tienen el mismo origen, que es la pérdida de la actividad hormonal ovárica de la mujer y un déficit progresivo de estrógenos”, asegura la ginecóloga.
Sabemos que unos hábitos saludables y una dieta más equilibrada durante la perimenopausia, la premenopausia y la menopausia pueden ayudar a que estas señales de nuestro cuerpo antes esa revolución hormonal sean más leves y llevaderas. De hecho, es con las bajadas de estrógenos demasiado bruscas cuando suelen aparecer los síntomas con mayor virulencia.
Ahora bien, no siempre podemos controlarlo todo y hay veces en que se presentan de una forma más agresiva, con síntomas fuertes en la menopausia o poco comunes. Existen algunos factores de riesgo que pueden condicionar la agresividad, como la obesidad, ser fumadora, tener antecedentes de menopausias complicadas o padecer menopausia precoz.
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Lo más común es que la etapa más severa de la menopausia no se prolongue demasiado en el tiempo. Mientras tanto, el mejor consejo es que aprendamos a convivir con los síntomas y tratemos de integrarlos en nuestra vida diaria. Porque la vida no puede pararse a causa de la menopausia.
Pero, cuando los síntomas son demasiado fuertes para convivir con ellos, debemos ponernos en contacto con nuestro médico especialista para que nos recomiende un tratamiento adecuado. En el caso de la menopausia y, si no hay contraindicaciones puntuales, un buen método para suavizarlos de forma eficaz es la terapia hormonal sustitutiva, pero debe estar siempre supervisada y recomendada por tu ginecólogo. ¡No te quedes con la duda y trasládale tus consultas!
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