¿Conoces la hiperplasia endometrial? Cómo identificar esta patología silenciosa
La hiperplasia endometrial es una proliferación excesiva del endometrio. Puede manifestarse con alteraciones del ciclo o sangrados. Te contamos más.
El endometrio es una parte muy delicada de la anatomía femenina porque se ve directamente afectada por los cambios hormonales en las distintas etapas de la vida. En la mayoría de las ocasiones, la hiperplasia endometrial no genera complicaciones ni síntomas, así que no te preocupes en exceso si te la acaban de diagnosticar. Pero es importante vigilarla porque podría llegar a desembocar en una enfermedad grave.
Un diagnóstico precoz en estos casos podría ser la clave. Te contamos por qué se genera esta afección en el endometrio, qué puede ocurrir si va a peor, cómo detectar sus síntomas y cuál es el tratamiento habitual en caso de que se diagnostique.
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¿Qué es la hiperplasia endometrial?
Cuando el engrosamiento del revestimiento interno del endometrio crece excesivamente y de forma anormal se produce la hiperplasia endometrial.
El endometrio es el revestimiento mucoso interno que cubre el útero y su principal función es nutrir al embrión correctamente durante el embarazo. Para cumplir con su función, en cada ciclo menstrual el endometrio se engrosa convenientemente a la espera del embarazo y, de no ocurrir este, su revestimiento se desecha mediante la regla gracias a la actuación de las hormonas (estrógenos y progesterona).
Cuando ese engrosamiento del revestimiento interno del endometrio crece excesivamente y de forma anormal, se produce la hiperplasia endometrial, una complicación que impide el correcto funcionamiento del endometrio y que a priori no tiene por qué ser grave ni presentar síntomas, pero que podría derivar en patologías más graves, en ciertos casos, como cáncer de endometrio.
La hiperplasia endometrial puede ser simple o compleja y tener o no atipia (anomalía de las células de un tejido) dependiendo de la forma y la densidad del engrosamiento. Las diagnosticadas como hiperplasias endometriales con atipia son las más preocupantes.
Estos son los síntomas comunes de hiperplasia endometrial
Más allá de alguna molestia o dolor en la zona pélvica, especialmente durante las relaciones sexuales, y los dolores de espalda puntuales, la única manera en que se manifiesta la hiperplasia del endometrio, y no siempre lo hace, es a través del sangrado vaginal:
- Hemorragias demasiado fuertes o demasiado largas
- Ausencia de regla o amenorrea
- Sangrado entre reglas
- Sangrado durante la menopausia
¿Cuáles son las causas de la hiperplasia endometrial?
La causa principal que provoca la hiperplasia del endometrio es el desequilibrio de estrógenos y progesterona, es decir, el desajuste de las hormonas sexuales femeninas. Por lo tanto, hay más riesgo de que se desencadene esta patología en los momentos en los que las hormonas están más revolucionadas, como en la perimenopausia, la menopausia y la postmenopausia o en casos de menstruación precoz. Aun así, hay otras razones comunes que pueden provocarla.
Posibles causas de hiperplasia endometrial
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Desorden hormonal
Causado por diversas razones. Será tu equipo médico quien las determine.
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Menstruaciones demasiado irregulares
La regla debería seguir en mayor o menor medida un patrón.
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Obesidad
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Ser fumadora
El tabaco contribuye al desarreglo hormonal
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Tener antecedentes familiares
Bien sea de esa dolencia o de otras relacionadas con las hormonas.
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Tratamiento para la hiperplasia endometrial
Para determinar si estamos sufriendo una hiperplasia endometrial, es fundamental acudir a un equipo especialista que estudiará el útero mediante una ecografía o una biopsia, para analizar pormenorizadamente el tejido endometrial si fuera necesario.
En cada caso, y según el tipo de hiperplasia endometrial y las causas que lo han provocado, las y los médicos determinarán el tratamiento más adecuado. Es común que se recomiende una dosis extra de progesterona para regular el desarreglo hormonal y tratar de que todo vuelva a su lugar, pero en los casos de hiperplasias endometriales atípicas, se suele valorar la posibilidad de una histerectomía (extirpación del útero) para evitar que derive en un cáncer de útero.