Insomnio y menopausia, ¿cuál es su relación y cómo nos afecta la falta de sueño?
El descenso de los estrógenos y de los índices de progesterona y de melatonina es la causa de que muchas mujeres descansen peor en esta etapa
Muchas padecemos de insomnio más o menos acusado a lo largo de nuestra vida, es un mal muy común. Por suerte, se suelen sufrir estos trastornos del sueño en periodos cortos de tiempo, como consecuencia de un problema puntual o de picos de estrés y, después, se vuelve a alcanzar la paz por la noche.
Pero insomnio y menopausia son, para muchas, una pareja bien avenida. Cuando se acerca esta etapa, el número de mujeres que tiene problemas para dormir se incrementa de manera exponencial, y es que los trastornos del sueño están íntimamente ligados al exceso o defecto de hormonas en el organismo. Dormir mal afecta mucho a nuestra vida diaria y a nuestra salud mental y física. Parece un problema menor, pero no lo es en absoluto: si lo sufres, lo sabes bien.
Sueño y menopausia: así afecta esta etapa a nuestro descanso
Puede que te libres de este o de todos los síntomas de la menopausia, cada mujer vive este momento de una forma distinta y, por eso, en Bloom no nos gusta generalizar. Pero es un hecho que insomnio y menopausia van muchas veces de la mano y que este periodo afecta directamente a la calidad del sueño en un porcentaje muy alto de mujeres.
Ahora bien, estos problemas que afectan al descanso no siempre se manifiestan de la misma manera. Hay mujeres que tienen dificultades para conciliar el sueño, pero que luego son capaces de dormir a pierna suelta. En otros casos, el binomio ‘insomnio y menopausia’ se manifiesta en forma de sueños interrumpidos (despertares nocturnos) que hacen que nos desvelemos. Hay quienes duermen demasiado poco tiempo y otras, en cambio, que sufren somnolencia y para las que «menopausia y sueño excesivo» terminan siendo sinónimos.
El problema es que no descansar bien durante la noche lleva consigo problemas durante el día. La falta de sueño hace que nos encontremos peor, nos duela la cabeza, sintamos molestias en los músculos de todo el cuerpo, estemos más irritables y tendamos a una actitud abatida o depresiva.
Sentirse así durante el día no ayuda a dormir mejor, así que haz lo posible por mejorar la calidad de tu sueño y no caer en ese peligroso círculo vicioso.
La menopausia no es una condena, solo una etapa más en la vida de una mujer. Así que, si alguno de los síntomas que sufres te impide llevar una vida normal durante demasiado tiempo, habla con tu médico para que juntos podáis poner remedio lo antes posible.
Insomnio y menopausia: el porqué de los trastornos del sueño en esta etapa
Los motivos principales de la relación de insomnio y menopausia son tres:
- La falta de estrógenos en la menopausia lleva consigo sofocos, que se incrementan por la noche y hacen que dormir del tirón se complique mucho.
- Durante la menopausia, los índices de progesterona y de melatonina se colocan bajo mínimos y esas hormonas son fundamentales para regular el sueño.
- Los cambios que vivimos en la menopausia suelen afectar al bienestar psicológico, y eso redunda en nuestro sueño. Quizá te resulte de ayuda contar con el apoyo de una o un profesional de la salud mental en este periodo.
Remedios naturales para dormir en la menopausia
Algunos tratamientos específicos para esta etapa, como la terapia hormonal sustitutiva, pueden ayudarte a combatir los problemas de sueño y menopausia.
De nuevo, y si lo necesitas, tu especialista podrá recomendarte una medicación específica (mejor si es con melatonina, la hormona del sueño). Pero, y tal y como ocurre con los dolores menstruales, no está de más ayudar a nuestro organismo con remedios naturales como estos.
- El ejercicio regular fomenta un buen descanso y es de gran ayuda en la menopausia, como indican desde la SEGO. Haz deporte durante el día, pero no demasiado cerca de la hora de dormir para no activarte.
- Incluye en tu dieta alimentos ricos en melatonina, como las proteínas de carne o pescado, los lácteos, las legumbres, los frutos secos o la quinoa.
- Una dieta rica en soja puede contribuir a mantener a raya los sofocos nocturnos.
- Reduce el café y té al mínimo. Mejor toma infusiones relajantes (manzanilla, valeriana, salvia, pasiflora, melisa, hierba de San Juan…).
- Evita las cenas excesivas, el alcohol y el tabaco.
- Un baño relajante con aceites esenciales o sales de baño aromáticas antes de dormir es siempre una buena idea.
- Intenta que tus horarios sean lo más estrictos posible para que tu cuerpo sepa cuándo debe dormirse.
- Acomoda tu habitación: que esté bien ventilada y ordenada y con la cama bien hecha. Se duerme mejor en un lugar confortable y con una temperatura adecuada.
- ¿Deberías cambiar el colchón o la almohada? Es momento de hacer revisión.
- Si duermes acompañada y eso hace que descanses peor, prueba a independizarte a otro dormitorio hasta que la calidad de tu sueño vuelva a ser óptima
- Deja a un lado los aparatos electrónicos: la luz azul es enemiga del sueño profundo. Mejor lee un libro antes de dormir.
- Trata de relajarte antes de ir a la cama. Prueba a meditar a esa hora, es un buen momento.
Con estos tips y los consejos de tu especialista, será más fácil que insomnio y menopausia dejen de ser best friends.