¿Existen los sofocos en la premenopausia? Así puedes aliviarlos

Sofocos, calores, sudores, bochornos durante la noche o el día son síntomas comunes también antes de la menopausia. Descubre cómo aliviarlos.

mayo 20, 2023 Escrito por Isabel Sauras

Redactora de Bloom especializada en salud femenina, cultura y estilo de vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

La menopausia y sus síntomas nunca llegan de golpe y sin avisar a la vida de una mujer. Antes de que finalice definitivamente la etapa reproductiva, todas nosotras pasamos por dos fases: la premenopausia y la perimenopausia. En la premenopausia, el cuerpo se va preparando de forma natural y poco a poco para dejar de menstruar y eso viene acompañado de una serie de síntomas más o menos pronunciados como los sofocos o los calores. Te explicamos cómo son los sofocos en la premenopausia, por qué suceden y cómo puedes aliviarlos. 

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¿Por qué se producen sofocos en la premenopausia?

Aunque la edad a la que llega la menopausia puede variar mucho de una mujer a otra, lo habitual es que, a partir de los 45 años, comiencen a asomar la patita los síntomas de la premenopausia.

¿Por qué ocurre esto? Cuando se acerca el final de la vida fértil, nuestro cuerpo empieza a frenar su producción de estrógenos y progesterona. Este descenso hormonal provoca una especie de cortocircuito en el organismo, que debe aprender a funcionar sin los estrógenos y la progesterona y reinventarse. En concreto, el descenso hormonal puede traer consigo una alteración en el hipotálamo, que se encarga de la termorregulación del cuerpo, provocando cambios bruscos de temperatura corporal, que se manifiestan en la premenopausia en forma de las primeras sudoraciones intensas o sofocos.  

Junto a los primeros cambios en el ciclo menstrual, los síntomas de la premenopausia más comunes son los sofocos, la pérdida de lubricación vaginal, el descenso de la libido, los trastornos del sueño, cambios en la anatomía, las ligeras pérdidas de orina y los cambios emocionales. Pero, ¡no te asustes! Lo normal es que estos síntomas se manifiesten muy levemente o que ocurran simplemente de forma ocasional, sin llegar a alterar tu vida normal y apenas afectarte. 

¿Cómo son los sofocos en la premenopausia?

Los sofocos pueden aparecer en la premenopausia por primera vez y agravarse de forma paulatina en la etapa de la menopausia. Pero lo primero que tienes que saber es que no todas las mujeres sienten sofocos durante la premenopausia y la menopausia y no todas los sufren con la misma intensidad. 

El descenso paulatino de los niveles de hormonas femeninas en la sangre puede traer consigo los primeros sofocos en la premenopausia.

¿Cómo son estos sofocos en la premenopausia?

  1. Repentinos

    Aparecen de repente y sin previo aviso, en cualquier momento o lugar.

  2. De corta duración

    Lo normal es que los sofocos duren apenas unos segundos o, como mucho, un par de minutos.

  3. Intensos

    La piel de la parte alta del cuerpo y la cara y cuello, de repente, se nota a una temperatura muy alta por el aumento del flujo sanguíneo en esas zonas.

  4. De frecuencia variable

    En la premenopausia, los sofocos pueden aparecer varias veces en el día o en la noche, o muy separados en el tiempo, como una vez al mes o muy de vez en cuando.

  5. Más frecuentes por la noche

    Es habitual que los sofocos se den sobre todo por la noche. Hablamos entonces de los sofocos o sudores nocturnos de la premenopausia.

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Consejos para aliviar los sofocos en la premenopausia

La mejor manera de evitar los síntomas propios de la premenopausia y la menopausia es la prevención. Aunque existen algunos factores que pueden propiciar que aparezcan estos síntomas, unos hábitos de vida saludables, ejercicio y una alimentación correcta en la recta final de la vida fértil conseguirán frenar o disminuir los sudores en la premenopausia. 

En el caso de que los sofocos u otros síntomas de la menopausia sean demasiado intensos y no desaparezcan con remedios naturales, no dejes de acudir a tu médico especialista para que valore tu caso, puede que estés a las puertas de una menopausia precoz o que sea conveniente someterte a algún tipo de tratamiento hormonal sustitutivo para mejorar tu calidad de vida. 

  • Estilo de vida saludable

    Renuncia al alcohol, el tabaco y otros estupefacientes porque accionan la revolución hormonal y empeoran los sofocos.

  • Cuida tu alimentación

    No hace falta ponerse a dieta, pero desecha los alimentos ultraprocesados e incluye en tu dieta nutrientes vitaminas y proteínas para una alimentación equilibrada.

  • Incluye el ejercicio en tu rutina

    Se acabó posponer el momento de ponerte las mallas. Es fundamental hacer deporte en la premenopausia para frenar los síntomas y procurarse una menopausia menos complicada.

  • Infusiones y plantas

    Toma de vez en cuando infusiones (no demasiado calientes) para regular las hormonas, como la valeriana, la pasiflora o la salvia. La medicina natural a base de plantas también puede ayudarte a disminuir los sofocos. Consulta con tu médico.

  • Hidratación

    Bebe mucha agua, mantenerse hidratada es fundamental para mejorar el problema de los calores.

  • Reaprende a vestirte

    Vístete por capas, con ropa ligera que no te agobie. Procura usar prendas de algodón porque las fibras sintéticas transpiran peor y no son recomendables cuando aumenta la sudoración.

  • Presta atención a tu dormitorio

    Si los sofocos nocturnos empiezan a ser habituales, intenta dormir siempre en una habitación ventilada y limpia y con una temperatura templada y constante. Usa sábanas que transpiren y cámbialas con frecuencia.

  • Lleva siempre un abanico o un ventilador portátil

    Serán un arma infalible durante el momento en el que empiezan los calores súbitos en la premenopausia.

  • Naturalidad

    Vive los sofocos sin complejos. No se te ocurra dejar de hacer actividades por miedo a que ocurra un calor repentino en el peor momento. Todas las mujeres pasamos por esto, dura apenas un instante y no es motivo para avergonzarse.

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